lunes, 20 de febrero de 2012

XXXIII

Harto de princesas de mercadillo
y de zorras de postín decidí
irme al desierto de la ciudad
donde no vales más de lo que
a tu jefe le haces ganar, preferí
amargarme escondiédome de la luna,
no vaya a jugármela la nostalgia
una vez más, pero te has cruzado
tú en el camino de mi barrio
llamado soledad,
no te confundas y no veas
estos versos escritos por
alguien tocado con algun talento,
están escritos por una persona
a la que le sobran los días
de sentirse en la calle tirado
como un perro, sin que nadie
se pare ni siquiera a mirarlo,
no temería soportar el peso
del mundo sobre mis hombros
habiendo aguantado ya el pulso
a la vida, pero si hay algo
que haga hincar mi rodilla en tierra
y agachar mi cabeza, esa sin duda
es la luz de tus ojos...
mírame y despójame de mi fuerza,
bésame aunque se para mi la muerte,
bésame y déjame tentar a la suerte.

A. Carmona

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