domingo, 29 de septiembre de 2013

LXVII

¿Has sentido alguna vez
el fuego que atenaza a tu alma?
Se alimenta de tu miedo,
de tu odio, de aquello
que desconoces y temes,
tu propia oscuridad;
Sientes como crece en tu interior
cómo domina tu cuerpo y tu mente
y aunque el incendio de tu esencia
es más doloroso que el de la propia
carne, es necesario;
Debes aceptar tus temores,
tu oscuridad, tus aflicciones,
debes dejarte quemar
por aquello que más te horroriza,
lo más profundo e irracional
de ti mismo (lo más primario);
Al igual que el bosque
que crece salvaje y sin control
la purga del fuego es natural,
arrasará tus pecados, tu moral,
tus convicciones, tus principios,
tus inhibiciones, aquello
que te empuja, y todo
serán cenizas,
hasta que de nuevo
estés listo para brotar
con más fuerza y vigor
para renacer más puro.

A. Carmona

viernes, 20 de septiembre de 2013

LXVI

¿Quién es el amo del cielo
que de amor no vive,
ni por él siente desvelo?
¿A que poder compartido sirve?
Si no entiende del brillo fugaz
de las miradas cruzadas por azar
y cuerpos entrelazados de forma procaz
¿Dónde reside su potestad secular?

Vivir para siempre es hastío
sin el bocado de tu carne probar,
que castigo sin igual,
siendo uno más entre el gentío,
si tus labios puedo besar
que importa ser un simple mortal.

A. Carmona