XLV

Creo merecer ciertas cosas
que me hagan sentirme completo,
se que me pertenecen como
a cualquier otro mortal,
tanto las deseo que me dejo
arrastrar por la corriente
más oscura del alma humana;
mi ego me dice que son mias

luchando constantemente contra
mi humildad que grita desesperada
que he de ganármelas, no llegando
hasta mis límites sino superándolos,
pero me guste o no, soy débil como
otro cualquiera y bajo los brazos,
me hinco de rodillas en el suelo
cabizbajo apoyando mis manos
sobre la húmeda tierra...por ahora
estoy vencido...POR AHORA

Pensamientos de una tarde de domingo

A. Carmona

XLIV

Tanto he deambulado ya
por el camino de la vida
y cuantas personas he conocido,
tanto desear y buscar
para al final encontrarme
de bruces conmigo mismo
y resulta que no me reconocía;

Tanto he caminado indagando
por la travesía de la existencia
desesperado por saber si habría
alguien, si valdría la pena amar,
la respuesta es sí, pero iré despacio
que aún me estoy conociendo...

A. Carmona

XLIII

Desdichado de mi
hinchado ánimo tenía
en el altanero pecho
de abrumador sentimiento,
esperanzas frías y rotas
de dar mi ser como un humilde
presente incapaz de competir con la
luz de tu mirada, no soy merecedor
de tu inmaculada sonrisa de marfil
que torna pesares en alegrías,
quisiera ver el cielo y el sol
en tus brillantes ojos de cárabe,
quisiera rozar tu piel de terciopelo
que es miel para mis labios
sedientos, quisiera dar calma
a mi corazón rebelde y pirata
nadando a contracorriente
en el bravo mar de la vida.

A. Carmona

XLII

En este mes la primavera
abre la tierra, las flores
y el cielo, con sus nubes
de espuma de Afrodita;
 perfumado aire de azahar
inalterable como el diamante
delicado como la margarita,
que se deshoja en sus días
como lo hizo el dramaturgo
Shakespeare y el aguerrido
  Príncipe de los ingenios Cervantes,
que tornaron al añil cielo de abril.

A. Carmona