Tú Morfeo, desdichado dios de los sueños
hijo de Hipnos, tú que fuiste fulminado
por el rayo de Zeus; cuando entreabro
mis ojos resistiéndome a yacer en mi lecho
cada noche, intentando en vano no caer
en tus brazos, apareces abatiendo tus alas
y me llevas a tu mundo, me castigas
haciéndome contemplar el más bello
tesoro que guardan para sí los dioses;
una noche tras otra vuelvo a tu cueva,
entre la sutil luz te veo en tu cama de ébano
de adormideras rodeado y me incitas
a acompañarte y llevarme a tu mundo;
mas no puedo resistirme, porque ella
es mi sueño y no tenerla la pesadilla
y aunque no exista, aunque tan sólo
sea un sueño, ya lo sé, no obstante
en ese mundo de fantasía ella es mía...
y yo, aquí tan sólo, soy un perro sin dueño,
un esclavo sin amo, un samurai sin señor,
un creyente sin su dios...soy...
tan sólo soy un corazón sin amor.
A. Carmona
hijo de Hipnos, tú que fuiste fulminado
por el rayo de Zeus; cuando entreabro
mis ojos resistiéndome a yacer en mi lecho
cada noche, intentando en vano no caer
en tus brazos, apareces abatiendo tus alas
y me llevas a tu mundo, me castigas
haciéndome contemplar el más bello
tesoro que guardan para sí los dioses;
una noche tras otra vuelvo a tu cueva,
entre la sutil luz te veo en tu cama de ébano
de adormideras rodeado y me incitas
a acompañarte y llevarme a tu mundo;
mas no puedo resistirme, porque ella
es mi sueño y no tenerla la pesadilla
y aunque no exista, aunque tan sólo
sea un sueño, ya lo sé, no obstante
en ese mundo de fantasía ella es mía...
y yo, aquí tan sólo, soy un perro sin dueño,
un esclavo sin amo, un samurai sin señor,
un creyente sin su dios...soy...
tan sólo soy un corazón sin amor.
A. Carmona
No hay corazón sin amor, no tiene límite, no hay fondo... Los sueños, sueños son y no pueden competir con los latidos a este lado de la vida.
ResponderEliminarEs muy brillante tu estilo, engancha.
Un abrazo
Muchas gracias:P
ResponderEliminar