XCI

El rayo de mi fragilidad

La sensación fue descomunal,
un rayo atravesó mi cuerpo
la primera vez que te vi
y redescubrí mi fragilidad,
no soy frío como el hielo
que se derrite por tu boca,
ni tan duro como el mármol
cincelado a golpes,
el mar no podría desgastarme
con sus embates como a la roca,
el fuego no devastaría
el inmenso bosque de mi alma,
pues soy la nada del aire,
la brisa que juega queriendo
acariciar tu piel bajo la ropa,
o el huracán que arrasa ciudades.

Tal como aparecí, me desvanezco...

Siempre formaré parte de mi padre
el viento,
y mi nombre será su rumor...

@LexCarn
Alejandro Carmona

XC

Rompí un poema

A veces así acaba un poema,

no estaba mal escrito,

era hermoso y tierno

pero al igual que en la vida,

eso nunca es suficiente

y resulta hecho trizas

por la misma mano

de su mortal creador.

La única diferencia

con la realidad, es que

el sentimiento que lo originó

no muere con este, pervive

y a veces quema, pero ya nadie

podrá volver a leerlo.

Era un poema hermoso y tierno.

Era...

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXXIX

Despertar

Tenia un sueño...

Crear mi universo

de pequeñas cosas,

más bonito como

tu simple sonrisa.

Olvidé que entre

tan pequeñas cosas

existe materia oscura,

cómo nuestra sombra,

que proyectamos olvidando

que ella no sólo es

una figura extraña

de nosotros mismos, sino

que somos parte de ella.

Al final puede que los sueños

sólo sean el reflejo perdido

en un espejo en el que nunca

nos miramos...

Hasta que, tú solo, despiertas.

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXXVIII

Alas negras

Por mucho que me lance
por el precipicio
mis alas negras me condenan
a seguir luchando,
a alzarme
desde la oscuridad
a ser la luz que no quiero,
no soy un ángel,
no soy un demonio,
soy un hombre condenado
a ser carne y sombra...

No quiero salvarme,
no quiero salvarte,
quiero que se acabe
este lazo de sangre
que nos une...

Dios es un niño pequeño,
regordete y cruel
que juega conmigo,
hace arder o congelarse mi alma
a su tirano antojo...

@LexCarn
Alejandro Carmona

LXXXVII

Me equivoqué

Me equivoqué,

nada más humano,

nada más lejos.

No era el momento,

nunca lo es,

nunca lo será.

Me he desdibujado,

hasta en mis entrañas,

hasta no ser nada.

Siempre como un extraño,

incluso para mí,

incluso para tí.

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXXVI

Ceniza

Y tu recuerdo
se convirtió en ceniza
que se llevó el viento,
cierro los ojos
y no siento
las caricias de tus manos,
no reconozco la voz
que susurra mi nombre,
el perfume que embriaga
el aire es nuevo para mí,
lo siento pero tu cara
ya es una más de tantas
instantáneas que me cruzo
en el álbum de fotos
de la vida, bajo el título
de la desconocida.

@LexCarn
Alejandro Carmona

LXXXV

La primera vez

Cada día es la primera vez.
Cada día que la veas has de sentir
el mismo escalofrío de la primera vez
¿Preguntarte quién es?
¿Cómo se llamará?
¿Cuál será su historia?
Y mirar afligido cómo se va
deseando volver a verla,
y que ese día sea como la primera vez.
Cada día enamórate,
cada día enamórala como la primera vez.

@LexCarn
Alejandro Carmona

LXXXIV

Cruce de caminos

Al final todo 

se resume en un cruce,

de caminos, el mío y el tuyo,

de miradas, de unos ojos prohibidos,

de corazones, que sincronizan sus latidos,

de labios, que no pueden contener su pasión,

al final todo

se resume en un cruce,

al que siempre llego tarde...

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXXIII

Un tipo gris

Soy el tipo gris

de la casaca negra

que verás difuminarse

en cualquier calle 

la noche más fría

y solitaria que puedas

recordar...

No soy ni guapo ni feo, vulgar,

ni fuerte, ni poderoso,

ni imbatible, ni estoy seguro

de mi mismo la mayor parte del tiempo,

no soy un ganador...

Pero no te equivoques conmigo,

soy terco, aún arrodillado, vencido,

me levanto rabioso,

el perdedor convencido de hoy

será cínico mañana...

Triste es la lucidez que se refleja,

cómo la luz de la luna llena...

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXXII

Ni perder ni ganar, luchar

Siempre has seguido avanzando,
has aguantado bajo la lluvia,
has soportado el viento en contra,
resistes el dolor a cada paso,
pero llega la noche
dejas caer tu armadura
te abandonas en tu cama,
tu enemigo espera
para asaltarte y envolverte
en su trampa,
cada noche caes preso,
te hiere y te devora
hasta el corazón...

Llega la mañana,
vuelves a levantarte
con tus cicatrices antiguas
y las nuevas de la noche.
No confundas este gesto
con fuerza o esperanza,
no me enseñaron a perder,
ni siquiera a ganar,
sólo sé luchar...

@LexCarn
Alejandro Carmona

LXXXI

Dejarla libre

Dios no escucha

y el Diablo no ofrece

lo suficiente

por esta alma atormentada,

la dejaré libre

a la orilla del mar,

para que nade 

entre sirenas

y sea al fin libre.

Quedará este cuerpo

gastando sus días,

ya sin brillo ni lucidez,

siendo una pieza más

en una sociedad 

que no comprende,

en una vida

que no desea.

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXX

JUEGO DE HAIKUS

I

Nacen los ríos

entre las altas rocas,

mueren al mar.

II

Suena la lira,

y el pájaro cantor

el árbol mora.

III

Corre el viento

tempestades desata,

calma postrera.

IV

Hondo otoño,

de la naturaleza

digno descanso.

V

Ten crisantemos,

que son la ornamenta

de esta muerte.

VI

Esta lluvia es

la promesa al hombre,

hecha por los dioses.

VII

Cayó el rayo,

despertando el temor

al ciego trueno.

VIII

Está nevando

y es esta blancura,

pureza viva.

IX

Dormido sueño

pero aún despierto,

sigo soñando.

X

Sol en ocaso,

derramando su oro

al océano.

XI

Siendo testigo,

titilan las estrellas

del universo.

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXIX

CAMINANDO POR LA IMAGINACIÓN

Mientras camino por la ciudad
herida en sus entrañas
por las obras del metro,
y avanzo al ritmo marcado
por las notas del Oltremare
que el maestro Einaudi
hace resonar melancólicas en mis oídos,
te imagino radiante a ti,
en el bullicio constante de Madrid,
cogiendo pensativa el bus,
de un lugar a otro, como siempre
inquieta y vivaz.
Sonriente con quien te hace feliz
y te sorprende con ese viaje a París,
que tú y yo nunca haremos,
regalándole tus caricias, tus ocurrencias
y locuras, con quien discutes
llamando a tus lágrimas por su nombre
y saboreas la salada reconciliación.
Aún así hoy me pregunto
cuál de mis trucos falló,
siempre fui mal amante
y peor prestidigitador.
Me dejo llevar por tu imagen,
como en ese sueño nocturno
que se esfuma como el vuelo
de la alondra al amanecer.
De pronto el sonido de las bocinas impacientes
me sacan de mi trance, vuelvo a mi,
emprendiendo silencioso mi camino,
perdiéndote de nuevo, hasta en mi imaginación.

@LexCarn
Alejandro Carmona

LXXVIII

Eres estrella

Te parecerá absurdo,

incluso puedes reírte

pero nunca te dije

cómo te veo.

No eres como la luna

que no deja de ser

un simple espejo,

te veo como una estrella

tienes tu luz propia,

esto te sonará más.

Pueden hacer que brilles menos

en tus días tristes

pero jamás podrán apargarte,

y volverás a ser

la estrella más radiante,

cómo las que hicieron al hombre

mirar a los cielos

preguntándose por sus secretos,

creándoles sueños nuevos.

Eres estrella pero no la mía,

y mirarte quema mis ojos,

tu brillo pertenece a otro.

Seguiré mi camino

a la luz del amanecer,

cuando dejas de brillar

y yo consigo dormir.

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXVII

No sé qué es esto

Soledad, carretera,

obscuridad y mar,

la luna está fundida

por esta noche.

Yo sólo, con mis pensamientos,

con mi alma deseando salir

por cada poro de mi piel,

intentando entender el principio

y el fin de las cosas.

Sentado sobre el capó del coche

oigo como las olas dicen tu nombre

al llegar a la arena,

el viento no sólo es frío

también huele a tí...

No sé qué es esto, no es una idea,

no es un poema, no es una reflexión...

Es nada...

Cómo yo ahora mismo...

Salí por un dolor de cabeza

y vuelvo doliéndome el corazón...

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXVI

Estrella fugaz

Escrito está en las alas de una mariposa
que de este Edén, mi Edén, eres diosa.

Soy el brillo de una estrella fugaz,
dejo mis sentimientos caer de mi estela,
en el rocío de la noche, llenos del amor
de aquellos que me miran, pidiendo sus deseos,
sin darse cuenta de mi paso solitario,
mi vida corta, llena de fulgor,
que deja paso al cielo, oscuro y frío.
Al fin y al cabo soy nostalgia...


¿Quién iba a querer mirar más allá
de la simple estrella tiendo a la luna llena?

Perdido entre los caminos de un quizá
que no llega, que no existe, que tan sólo
es tan extraño como ver el negativo de los colores
de un atardecer sobre el mar, cuando en realidad
afuera llueve y la vida son las ondas de los charcos.

La cura de mi insomnio, sinónimo de sueños robados,
es amanecer bajo la aurora de tus ojos cada mañana.
No hay sábana que cubra el frío de mi cuerpo
mejor que tu calor.
Puede que un día mi cuerpo reviente
al no poder soportar el estrés del alma que cobija
y de los sentimientos que arden en su interior.

Puede que ese día, al igual que Pandora,
no siga las instrucciones de los dioses y abra la caja.
Tan sólo espero que en mis profundidades
no guarde ningún mal, y que de mi propio
"pithos" no quede bien alguno dentro,
que recorran libres el mundo que amo.

Ojalá pudiera enseñarte como veo el mundo,
mi mundo, ingrávido y sutil, que se apaga,
cómo una luciérnaga, junto a mi.

Este mundo pequeño y frágil, para la mirada
de un dios, para mí, simple y pequeño hombre,
es enorme, mágico, bello, cruel y desconocido.
No he salido de mi hogar, he cumplido el papel
que me destinaba la sociedad y sin embargo...

Quisiera hacer mi hogar en el calor de tu abrazo,
ser libre como el viento que trae las nubes
y admitir, que de más de 7.000 millones de habitantes
en este planeta, tú, mi persona favorita,
me provocas una sonrisa...

Pero tan sólo, soy el brillo, triste, de una estrella fugaz... 

@LexCarn
Alejandro Carmona

LXXV

Extraño yo

Así son mis sueños, borrosos,
alargo mi mano quiero tocarte,
te deshaces, eres niebla,
mi garganta nudo, mi cuerpo grieta,

por la que escapa la vida,
siento frío, siento el tiempo, siento...

Que extraño mi mundo, que extraño yo...

La madrugada, mi mejor compañera,
con su voz muda, me recuerda,
que tengo dos vidas, y muchas caras...

Me ahogo entre las capas que me cubren,

mis escudos, me mantienen preso,

del miedo de abrirme, del temor
de dejar entrar a nadie... 

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXIV

La última línea

                                                                  A mi padre.

La vida tiene una capa 
de 11 años de polvo,
los marcos de fotos
se rompieron,
dejaste tu espacio,
se fue tu calor,
deje de oír 
la voz de guía.

La vida se paró 
un instante eterno,
hace ahora 11 años.

Me temo que no aprendí nada,
que todo lo que tenía valor
lo he rechazado,
dejé la luz
y me inundé de sombras,
me rompí y fui cobarde.

Pasarán otros 11 años
y sentiré aún,
sujetando tu mano
cómo aquella noche,
esa última línea
que separa...

Los dos mundos 
que habitamos.

@LexCarn
Alejandro Carmona

LXXIII

Puzzle llamado caos

Tuve un plan y escapé,

ser responsable nunca

se me dio bien.

Yo nací del caos,

del lazo de la carne

y el influjo del alma.

Yo soy caos,

mi mundo es caos

y el caos es puzzle.

Intenté juntar

todas la piezas

pero me faltó una.

Un día apareciste,

traías entre tus manos

la pieza que faltaba.

Lejos de encajarla,

lancé muy alto

todas las piezas al aire.

Ahora compartimos

el caos de este puzzle

que llamamos vida.

@LexCarn

Alejandro Carmona

LXXII

PECADO DERRAMADO

Ecos que revolotean y se esconden

en la penumbra del silencio de la alcoba,

lo único que rompe la oscuridad

es la luz del radio-despertador

jugando ingenua con las sombras.

Jamás tuve tal desdicha,

pues ser tu poeta me suplicas,

y tan solo soy retazos, estrofas sueltas,

que sienten nostalgia de tus abrazos.

Pero existe un mar de historias,

reflejos de luna de plata, que son bandeja,

donde servir letras de pasión contenida

salidas del húmedo aliento de mi pluma,

este, mi mundo absurdo, cabe en los versos

que escribo en la palma de mi mano.

La noche se nos pone canalla

al frío desamparo de tus piernas

fuera de la cama,

al trago de whisky posterior

y a la vuelta a los embates de la pasión

que nuestros cuerpos no callan.

Mis dedos recorren tus tortuosas curvas

leyendo en braille la lisura de tu piel,

mi boca se quema con el calor de tus labios

y me embriago del dulce veneno de tu carmín;

nadie creyó que hubiera vida en mi cuerpo,

como el árbol sin hojas que, aun así, se rebela

alargando sus ramas secas contra el cielo

con intención de rasgarlo, rebrotando

en la verde primavera de las esperanzas volátiles,

acabando con la gélida desazón

del invierno sombrío y yerto.

Y en el zaguán de piedra

tallado a la luz de la luna,

con el signo de Caín

en el arañazo que cruza mi espalda,

con la herida de guerra

en el mordisco que marca mi oreja

y entregándome al abismo de tus ojos,

nos sorprende floreciendo el amanecer

derramando impúdicos el pecado

en el cáliz de plata de tus caderas.

@LexCarn

Alejandro Carmona