viernes, 23 de marzo de 2012

XL

¿Qué dios pudo trazar mi destino?
¿Qué mano inmortal decidió por mi?
¿Quién se atrevió a crearme de la nada
para darme formas humanas?
Me pregunto del alumbramiento de mi alma
y de su vacío, si alguna vez valió la pena
nada queda de aquello, salvo una porción de luz,
una lágrima que reservo para el final

¿Cómo he podido perderme a mi mismo?
He vendido mi ser por pedazos al peor
postor, el fragmento que queda lo protejo,
lo guardo para mi, no me atrevo a jugármelo,
quédate con mi cuerpo no me importa
lo que hagas de él, pero déjame conservar
para mi lo poco que me queda, el resquicio
de lo que fui un día, déjame confundirme
entre las sombras de la noche y guardarlo
junto a mi soledad, que ella lo cuidará, que yo
pertenezco a la nada y hacia ella camino
,
hacia ella rompe, la embravecida mar
de mi alma, la roca mortal de mi cuerpo
.

A. Carmona

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