martes, 13 de febrero de 2018

LXXXI

Dejarla libre

Dios no escucha
y el Diablo no ofrece
lo suficiente
por esta alma atormentada,
la dejaré libre
a la orilla del mar,
para que nade 
entre sirenas
y sea al fin libre.


Quedará este cuerpo
gastando sus días,
ya sin brillo ni lucidez,
siendo una pieza más
en una sociedad 
que no comprende,
en una vida
que no desea.


@LexCarn
Alejandro Carmona

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