viernes, 20 de septiembre de 2013

LXVI

¿Quién es el amo del cielo
que de amor no vive,
ni por él siente desvelo?
¿A que poder compartido sirve?
Si no entiende del brillo fugaz
de las miradas cruzadas por azar
y cuerpos entrelazados de forma procaz
¿Dónde reside su potestad secular?

Vivir para siempre es hastío
sin el bocado de tu carne probar,
que castigo sin igual,
siendo uno más entre el gentío,
si tus labios puedo besar
que importa ser un simple mortal.

A. Carmona

No hay comentarios:

Publicar un comentario