viernes, 4 de noviembre de 2011

III

De nada de lo que escribo
me siento satisfecho,
puñal certero y cruel
que malhiere mi pecho
¡que desgracia, que desperdicio!
No de orgulloso talento
sino del maleficio
del humilde sentimiento,
no sé que me duele más
si la brevedad del momento...
o la eternidad de la nada.

A. Carmona

No hay comentarios:

Publicar un comentario