Miro como rompe el mar
en las rocas de la playa
en su vaivén incesante,
como quisiera rasgar mi piel
contra la tuya en el
balanceo de la carne;
el arco de tu sonrisa
en las rocas de la playa
en su vaivén incesante,
como quisiera rasgar mi piel
contra la tuya en el
balanceo de la carne;
el arco de tu sonrisa
dispara certeras flechas
que atraviesan mi coraza
lacerando lo poco que queda
de mi corazón fatigado;
tus ojos de miel
advirtieron de mis entrañas
la hiel que las corrompe,
y tus caricias curaron
mis abisales heridas;
tus cabellos bermejos
como el sol es la seda
con la que confecciono
que atraviesan mi coraza
lacerando lo poco que queda
de mi corazón fatigado;
tus ojos de miel
advirtieron de mis entrañas
la hiel que las corrompe,
y tus caricias curaron
mis abisales heridas;
tus cabellos bermejos
como el sol es la seda
con la que confecciono
los lienzos para mis lágrimas;
tú eres la luz que envuelven
las tinieblas del poeta,
tú eres el pequeño tesoro
de este pirata amartelado,
que en ti halló a la musa
de sus versos rayados.
A. Carmona
tú eres la luz que envuelven
las tinieblas del poeta,
tú eres el pequeño tesoro
de este pirata amartelado,
que en ti halló a la musa
de sus versos rayados.
A. Carmona
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