Encontrándome con la guardia baja,
por tu belleza despiadada,
clavaste tu aguijón, sin piedad denostada;
ciego quédome del veneno de tu amor
y sordo de tus caricias con ardor;
maltrecho andaba yo,
cuando mi costado sintió tu puñalada
y mi pecho sin corazón quedó...
Como pude el despojo que resulté
por la vida lo arrastré, me refugié
y avancé con camino incierto... a tientas.
A. Carmona
por tu belleza despiadada,
clavaste tu aguijón, sin piedad denostada;
ciego quédome del veneno de tu amor
y sordo de tus caricias con ardor;
maltrecho andaba yo,
cuando mi costado sintió tu puñalada
y mi pecho sin corazón quedó...
Como pude el despojo que resulté
por la vida lo arrastré, me refugié
y avancé con camino incierto... a tientas.
A. Carmona
No hay comentarios:
Publicar un comentario