Intenté en vano amar como otro cualquiera,
esperando a oír tu voz, mirarte o acariciarte
mas crédulo de mi, resultaste pendenciera
y cara me salió la desventura de amarte
Perdí no sólo esperanzas, también el corazón,
que rendido a tu merced quedo tirado
en una sucia acera herido de desazón
con puñal del hielo contra él airado
Después de tan amarga pericia, aprendí
a enterrar mis sentimientos allá donde los haya
bajo el hielo abrasador de tu vil recuerdo
Ya ves desde los despojos que dejaste, ascendí
a capitán de un barco que surca intrépido y canalla
mi vida, y tu podrida manzana ya no muerdo.
A. Carmona
esperando a oír tu voz, mirarte o acariciarte
mas crédulo de mi, resultaste pendenciera
y cara me salió la desventura de amarte
Perdí no sólo esperanzas, también el corazón,
que rendido a tu merced quedo tirado
en una sucia acera herido de desazón
con puñal del hielo contra él airado
Después de tan amarga pericia, aprendí
a enterrar mis sentimientos allá donde los haya
bajo el hielo abrasador de tu vil recuerdo
Ya ves desde los despojos que dejaste, ascendí
a capitán de un barco que surca intrépido y canalla
mi vida, y tu podrida manzana ya no muerdo.
A. Carmona
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