La soledad que hacía mi camina
me inquieta con su paso ligero
pronto me alcanzará tal inquina
compañera, castigando mi fuero
Terrible, terrible destino el mio
aparté pues de mi lado con esputo
necio, a quien me amó no sin brío
pagando su pleitesía con cariño enjuto
Aparece al fin, ya está aquí, ha llegado
oscura túnica cubre tu lánguida figura
o quizá seas espejo reflejando mi alma
Da igual, lo acepto, dejando por legado
me inquieta con su paso ligero
pronto me alcanzará tal inquina
compañera, castigando mi fuero
Terrible, terrible destino el mio
aparté pues de mi lado con esputo
necio, a quien me amó no sin brío
pagando su pleitesía con cariño enjuto
Aparece al fin, ya está aquí, ha llegado
oscura túnica cubre tu lánguida figura
o quizá seas espejo reflejando mi alma
Da igual, lo acepto, dejando por legado
un largo trazo de versos llenos de locura
de alguien que al fin, aun sólo, encontró calma.
de alguien que al fin, aun sólo, encontró calma.
A. Carmona
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