domingo, 18 de diciembre de 2011

XIII

Calles frías llenas de silencios empedrados
el bullicio es cosa del pasado
tan solo quedo yo, cansado,
diciendo adiós a otros tiempos mejores.

Caminando sin rumbo, sin destino
respirando el aire de los recuerdos
viajando entre tus rosas, me clavé tu espino,
tú eres mi veneno, el mal de los cuerdos

Dando tumbos de un lado a otro
vivo día a día, entre la nostalgía
de estar atado a tí
o ser libre como un potro,
escribiendo de esto toda una antología
en las arrugas de mi piel.

Palabras tristes, para un hombre tristemente
enamorado que bebió del cáliz de plata de tu miel.


A. Carmona

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